Queratosis Actínica, una señal de que la piel tiene memoria

Como decía la legendaria Coco Chanel: “la naturaleza te da la cara que tienes a los 20, a los 50 depende de ti”.

Con este artículo queremos darte a conocer una patología de la piel muy característica: la queratosis actínica.

Si te interesa conocer qué es (ya te hemos dado una pista), si puedes padecerla, o cómo prevenirla, estás en el rincón de la web correcto.

LO QUE DEBES SABER DE LA QUERATOSIS ACTÍNICA

Cuando hablamos de queratosis actínica, nos estamos refiriendo a unas lesiones de la piel que aparecen como escamas o costras engrosadas en la superficie de la misma.

Respecto al color, puede ser variado, desde rosado hasta marrón, o tener incluso el mismo color de la piel.

Para saber si se trata de queratosis, puedes palpar la lesión y su tacto rugoso y áspero, te sacará de dudas.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?

Por la excesiva exposición al sol. Recuerda que la piel “tiene memoria”, y a largo plazo, las células que la componen (queratinocitos) pueden cambiar de tamaño y forma, originándose estas lesiones.

Es por ello, que es muy frecuente encontrarlas en personas mayores que cuando estaban activos laboralmente, se dedicaban a actividades donde la exposición solar era enorme.
Pero no te confundas: actualmente puedes padecerla también, ya que el sol no entiende de época.

¿EN QUÉ ZONAS DEL CUERPO PUEDE APARECER?

En las zonas más expuestas al sol: cara, brazos, manos, calva, piernas e incluso orejas.

¿QUIÉN TIENE MÁS PREDISPOSICIÓN?

El hombre, aunque la mujer también puede padecerla. Hay que estar atentos a partir de los 45 años, que es cuando existe más tendencia a padecerla.

Además, influyen una serie de factores como:

• Lugar geográfico
• Antecedentes de quemaduras solares antes de los 20 años
• Oficio desarrollado a pleno sol (agricultores, pescadores, obreros, deportistas…)
• Factores genéticos
• Fototipos bajos (es decir, personas de piel y ojos claros, cabello rubio, pelirrojo)
• Tu sistema inmunológico está más bajo de lo habitual (por una enfermedad, medicación, trasplantes.)
• Has utilizado durante mucho tiempo las cabinas de rayos UV.

NO LA SUBESTIMES:

No queremos alarmarte, pero es nuestro deber advertirte que esa lesión que dejas de atender, podría llegar a derivar en el temido cáncer de piel. De hecho, muchos expertos las consideran un “precáncer de piel”.

Pero no temas: en la mayoría de casos se puede tratar y curar.

Periódicamente, revisa tu piel y la de tus mayores, porque seguramente estés a tiempo de tratarla y que no llegue a causar mayor daño.

Te damos una pista: si presentas esas típicas “manchas provocadas por el sol” en escote, manos… más atento/a debes estar aún.

Te contamos esto, porque en la queratosis existen hasta tres grados distintos, según su evolución:

• Grado I: lesión apenas palpable
• Grado II: lesión palpable y visible
• Grado III: lesión engrosada

¿Y CUÁNDO DEBES ACUDIR AL MÉDICO?

En esta patología la prevención es clave, así que si reúnes los factores que nombramos anteriormente y has observado una lesión que no te termina de convencer (engrosamiento, grano que no cura, forma o tamaño inusual), no lo dudes y acude a tu médico de cabecera o al dermatólogo. Más vale “perder tiempo” en ir, a que te digan “no hay tiempo que perder”.

Si el especialista lo ve justificado, te citará para revisiones periódicas, con el fin de prevenir, o si ya la padeces, te indicará el tratamiento a seguir.

Ten en cuenta, que el resultado será más favorable si lo detectas en sus fases iniciales.

¿PUEDEN AYUDARME EN LA FARMACIA?

¡Por supuesto que sí!, ya sabes que puedes preguntarnos todo lo que te preocupe en temas de salud.

Respecto a la queratosis, podemos ofrecerte asesoramiento especializado y productos adecuados, como fotoprotectores específicos, que cuentan con un componente denominado “fotoliasa”, que repara el daño celular que ya haya podido causar el sol.

Desde este blog, te damos una serie de consejos que te ayudarán a prevenir la queratosis actínica:

1.  Lo fundamental es reducir la exposición al sol, especialmente en las horas entre las 12 h de la mañana y las 17h de la tarde.
2. En la medida de lo posible, viste con pantalón largo y camisa de manga larga, así como con sombrero o gorra que te proteja la zona de la cabeza.
3. Utilizar FOTOPROTECTOR es fundamental: siempre de FPS 30 en adelante.
4. Aplicar el fotoprotector un rato antes de salir a la calle (30 minutos antes aproximadamente), para así garantizar su absorción y que proteja adecuadamente.
5.  Evita las cabinas de rayos UVA. Daría para un artículo demasiado largo hablarte sobre los efectos nocivos de estas cabinas, pero te diremos que aceleran la aparición de la queratosis.
6. Una alternativa saludable para que tu piel coja el tono deseado sin tener que abusar del sol, es el uso de autobronceadores. En la farmacia podemos aconsejarte de marcas que dejan ese tono dorado deseado sin dejar los temidos parches naranjas frecuentes en estos productos.
7. Utiliza el fotoprotector también en los días nublados.
8. Si tuvieses que recibir tratamiento, es muy importante que no lo abandones y sigas las recomendaciones. Estas lesiones pueden volver a aparecer.

Recuerda esto: “5R + R”, para identificar las lesiones:

• Rojiza
• Rasposa
• Recidiva (vuelve a aparecer)
• Rostro y región de la cabeza
• Radiación solar
• RIESGO (aumenta las opciones de cáncer de piel).

Así que ya lo sabes, hemos visto cómo prevenir y qué causa la queratosis actínica, pero si necesitases ampliar tu información, no lo dudes y ¡visita tu farmacia!

¡Desde este blog te deseamos un feliz y saludable verano!